Sunday, January 14, 2007

Algo más que sueño y pajaritas de papel...en el Parlamento

1) De los pasillos sale otro tipo de crónica parlamentaria: Los periodistas se relacionan de forma más cercana y familiar a los políticos. Se crea un vínculo más estrecho y ahí es donde se expresan tal y como sienten. Por ello, Carandell cree que “de los pasillos” nace otro tipo de relato, más humano y más sincero.

2) Las anécdotas humanizan al Parlamento: La escenografía del Congreso de los Diputados y del Senado está tan cuidada, sobre todo ahora con tanto asesor de imagen, que las sesiones resultan demasiado artificiales. Por ello, cuando alguien se sale del guión, cuando ocurre algo que no estaba previsto, la anécdota se convierte en un tesoro tan preciado. Por que viene a decirnos que lo que hablan delante de los micrófonos son, al fin y al cabo, personas que representan a personas. Por ello cuando fallan es cuando más humanas parecen y cuando los ciudadanos (incluidos los periodistas) nos sentimos más cercanas a ellas.

3) Crónica como género independiente: En España el primer cronista parlamentario fue Francisco Sánchez Barbero en los primeros años del siglo XIX. Desde entonces personajes de la talla de Benito Pérez Galdós, de Azorín o de Wenceslao Fernández Flórez han ayudado a perfilar este género del periodismo. A diferencia de la información, la crónica no informa sobre los asuntos tratados en las Cortes, sino que parte de un hecho, un comentario o un detalle que el periodista percibe y a raíz del cual describe la sesión. Así que la crónica se convierte en una pieza periodística atemporal, ya que no se estructura en torno a la más estricta actualidad. Es por ello, que las crónicas pueden convertirse en estupendos espejos del pasado, donde uno puede mirar cómo se pensaba, cómo se actuaba o cómo se hablaba en cualquier época del pasado. De ahí, la extraordinaria brillantez de la crónica como género periodístico.

4) Entusiasmo por la democracia: Las primeras anécdotas de la obra reflejan los primeros momentos del parlamentarismo en España con las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812. Llama la atención el entusiasmo y la felicidad que desprendía el pueblo por comenzar su andadura en los caminos de la democracia. Este comportamiento choca con la apatía política actual donde la gente está cansada de escuchar a los políticos repetir las mismas ideas, sin obtener resultados a cambio; donde cada vez que llegan unas elecciones los demócratas se echan a temblar para que la participación llegue a los estándares establecidos o donde la prensa escrita pierde irremediablemente lectores año tras año. Pero en 1810 no era así. El pueblo acompañaba en procesión a los diputados hasta las Cortes o salía a las calles embriagado por la felicidad gritando “¡Viva la Pepa!” o “¡Ha muerto la Santa!”.

5) Discursos pomposos vs. discursos jurídicos: La obra refleja cómo los primeros parlamentarios dedicaban todos sus esfuerzos a escribir unos textos cargados, barrocos y poco prácticos. El objetivo era demostrar la cultura o el arte retórico que tenía cada orador, pero el resultado era el inverso: discursos aburridos, con exceso de florituras. Pero es que casi dos siglos después, los discursos que se escuchan en el Parlamento continúan siendo enrevesados y demasiado complejos. aunque la razón es diferente, ahora los textos son difíciles de comprender porque están plagados de tecnicismos jurídicos. Dos causas diferentes, pero un mismo resultado: textos incomprensibles que dificultan el trabajo de los periodistas y facilitan el sueño de los diputados.

6) Apodos para todos: Curiosa tradición española la de poner sobrenombres. Y en las Cortes, como en cualquier patio de colegio, todos tienen su apodo. Los creativos de estos chistosos nombres son por lo general periodistas o los propios políticos que se basan en algún rasgo físico (a Mendizábal Juan y Medio), por su carácter (a Cánovas del Castillo El Monstruo) o por su procedencia (a Romero Robledo el Pollo de Antequera). Sobrenombres que todos conocían y que la prensa utilizaba en sus escritos sin ningún reparo.

7) Políticos móviles: Desde los inicios del parlamentarismo español es práctica común que los ministros cambien de ministerio como quien cambia de camisa. Evaristo San Miguel tuvo la decencia de admitir que no entendía de Marina ni de comercio de la siguiente forma: “Soy el primero en sentir el ridículo que cae sobre un hombre que se pone a desempeñar asuntos que no entiende”. Y hoy sigue ocurriendo lo mismo. Por ejemplo la ministra de Sanidad, Elena Salgado, es licenciada en Ciencias Económicas, o Cristina Narbona que es economista y ministra de Medio Ambiente. Se entiende pues que los estudios y la especialización de los políticos no son relevantes a la hora de desempeñar su cargo dentro de una materia. Por lo tanto lo primero es ser político, y después ya se verá.

8) Genios de la palabra: Si de algo puede presumir el parlamentarismo español es de haber contado desde el principio de su historia con grandes oradores genios de la palabra. Personajes que con su prosa encandilaban a los que les escuchaban en sus escaños. Maestros de la retórica que seducían a sus compañeros como el mejor flautista de Hamelin, incluso a sus adversarios.

9) Enfrentamientos y compañerismo: Aunque comparten diferentes ideologías y distintas formas de solucionar los problemas del país, los diputados son compañeros de trabajo. Por ello, se crea una espacial relación entre ellos basada en la confianza de verse las caras en sus escaños, de desayunar en el bar del Congreso y de cruzarse por los pasillos. Confianza que a menudo se traslada en el hemiciclo con críticas y enfrentamientos. A mitad del siglo XIX, las diferencias entre políticos podían llegar a las manos, tanto que la historia del parlamentarismo recoge algún capítulo de duelos entre tribunos. Hoy, no podemos hablar de duelos, pero quizás el ambiente esté más intoxicado que aquel entonces en el que después de pegarse un tiro, se daban la mano y se arreglabna así sus discrepancias. Hoy hay otras pistolas por en medio, pero nuestros políticos no son capaces ni de comunicarse para acabar contra el terror.

10) Prensa en el hemiciclo: Desde el comienzo de la actividad parlamentaria en nuestro país, los periodistas se han acomodado en las Cortes para trasladar al público todo lo que allí transcurre. Información, crónicas o caricaturas han surgido de las largas jornadas en el hemiciclo. Largas jornadas que acababan creando un vínculo entre periodistas y políticos. Unos años atrás, el lugar de reunión entre los dos gremios era el lugar más típico español: el bar. Allí charlaban unos con otros y compartían opiniones. Hoy, ese bar es exclusivo para políticos y entre eso y los gabinetes de prensa, la relación con los periodistas se ha enfriado porque los intermediarios nunca fueron buenos. Eso sí, cuando a un diputado le interesa salir en la prensa al día siguiente ya sabe que sólo tiene que pasarse por el bar de los periodistas que al día siguiente su nombre saldrá en los titulares.

Carandell, el microscopio del Parlamento

“Soy periodista porque nunca he hecho otra cosa”. Así era Luis Carandell, un periodista de raza. Aunque estudió Derecho, pronto supo que su vocación era el Periodismo. Trabajó como tal dentro y fuera de España, los idiomas no importaban, sólo las palabras. Viajó a Egipto, Israel, Japón y a la URSS para explicar a los españoles qué es lo que acontecía en esos países lejanos. Unos años después regresó a su país natal. Ejerció el periodismo como cronista en prensa, tertuliano en radio y presentador en televisión, entre otros. Muchas horas pasó en la tribuna de prensa del Congreso de los Diputados y del Senado. Jornadas de especialización en “papiroflexia” y de aburrimiento. Jornadas amenizadas por pequeñas anécdotas que hacían sonreír a políticos y periodistas. De esta experiencia, le vino la idea Carandell de crear Las anécdotas del Parlamento. Un libro que recoge en 300 páginas los momentos más curiosos y divertidos de la historia parlamentaria española, desde las Cortes de Cádiz hasta el gobierno de Aznar. Basándose en las crónicas de sus “colegas” del pasado y en su propia observación, consigue crear una obra que desgrana con sencillez los momentos más “brillantes” de los políticos españoles. Una obra que recoge el buen humor del periodista que falleció en Madrid en agosto de 2002.

La unión hace la fuerza

Hubo una época en la que España se aisló del resto del mundo confiando en que los propios españoles se bastaban para mantenerse y progresar. Curiosamente este intento de autoabastecimiento económico, social y cultural se financió con dinero extranjero. El tiempo fue la mejor prueba de que aquello no era suficiente. Llegó la democracia y tras más de diez años de echar las raíces del estado de derecho, España se unió a un conjunto mayor con la esperanza de salir del pozo en el que vivía desde mucho, mucho tiempo atrás. La esperanza de los españoles se conocía entonces y, se conoce ahora, como Unión Europea.

Así, materias que hasta el momento eran exclusivas del país, pasaron a compartirse con el resto de los diez países que formaban la Unión Europea y con Portugal que se adhirió junto con España. A partir de 1992, además de participar en una política común agrícola, regional y social; comenzaron a moverse económicamente dentro de un mercado único, en el que no sólo el capital podría entrar y salir libremente de un país a otra, también las personas. Se fue así consolidando la unión de países vecinos que se ayudaban económicamente para reducir sus diferencias (con los fondos estructurales y el fondo de cohesión), en la que compartían decisiones para mejorar el bienestar de toda la comunidad y en la que por compartir, compartieron hasta moneda: el euro.

Con el tiempo, la Unión Europea ha demostrado ser sólida, seria y respetable, acercándose mucho al “superpoder” de los Estados Unidos. Prueba de su solidez son las últimas adhesiones, tan sólo dos semanas atrás, de Bulgaria y Rumanía. Así ya suman 27 los estados miembros que la componen. Los antieuropeístas demuestran con sus negativas el afán por volver a los nacionalismos que en un pasado ya demostraron ser inútiles. Mientras que los euroescépticos no quieren ver más allá de sus narices, porque las pruebas de los beneficios de la Unión Europa son notables: sólo hay que ver cómo se vivía en España hace 20 años y cómo se vive ahora. Así que salen ganando los europeístas que cada día ven más materializado su “sueño europeo”. La duda se centra ahora en un país tan cercano y tan lejano para los europeos: Turquía.

Sunday, January 07, 2007

Adelante, con o sin ayuda

El grupo de teatro Calandraca se creó en Elche hace 15 años. Desde entonces ha conseguido consolidarse como uno de los mejores grupos amateurs ilicitanos. Trabajo duro y constante es la clave de su éxito, aunque las ayudas nunca vienen mal. Calandraca lleva esperando un par de años a que el Ayuntamiento construya por fin el centro cultural del matadero y confía en que este año la obra quede finalizada y se puedan utilizar las instalaciones. Uno de sus actores más veteranos, Roberto Martínez, considera que este espacio “será muy importante para que todos los grupos ilicitanos puedan ensayar”. Sin embargo no siente que las actuaciones del gobierno local sean suficientes, “este Ayuntamiento da bastantes subvenciones, pero en Elche existen dos tipos de grupos teatrales: los de los institutos y los consolidados, el problema es que a la hora de repartir el dinero no se tiene en cuenta la trayectoria de cada grupo“. Por ello, siente que su trabajo no es valorado como debiera y considera que “se tendría que hacer un seguimiento y decidir la cantidad de dinero que necesita cada uno en función de su trabajo”. Pero según Roberto los problemas materiales como la falta de espacios donde ensayar no son los más importantes, “sobre todo necesitamos ayuda en la promoción dentro y fuera de la ciudad, nosotros llevamos el nombre de Elche por toda España por eso el Ayuntamiento nos debería ayudar a ponernos en contacto con otros municipios”.

Óscar Blasco es un joven artista ilicitano que estudia Bellas Artes. Actualmente reside en Alemania donde está acabando la carrera gracias a una beca Erasmus. Pero en su obligado viaje a Elche para pasar las navidades ha encontrado tiempo para exponer parte de su proyecto actual al público. La exhibición es en una cafetería, por ello Óscar valora positivamente actuaciones como la reconversión del matadero en un centro cultural. “Iniciativas como ésta son muy interesantes, muy pocos ceden locales gratis para que la gente pueda ensayar o exponer sus obras, hace dos años a mí me dieron una subvención para grabar una maqueta. Esto es impensable en otros lugares, yo hablo con gente de Madrid y no se lo pueden creer”. El joven pintor y músico cree que el Ayuntamiento ilicitano se implica mucho en el desarrollo cultural de la ciudad y en el papel que juegan los jóvenes en esto, “sólo tienes que ir a Alicante para ver que las ayudas son menores”. Sin embargo no todo son buenas palabras, se queja de la poca promoción que se da a los conciertos, a las obras de teatro o a las exposiciones de los artistas amateurs. “Tampoco ayudan mucho los periódicos locales que en lugar de publicar que se va a hacer un buen concierto, escriben una página sobre los ‘abuelitos’ que van a visitar a la Dama”. Decepcionado se muestra también este artista polifacético cuando afirma que “lo peor es que no hay respuesta de la gente, tú te mueves e intentas hacer cosas, pero los jóvenes prefieren irse a L’Aljub antes que ir a ver una exposición de cuadros”.

Más optimistas se muestran los jóvenes que forman la Asociación ARTES - Cultura y Ocio. Un grupo sin ánimo de lucro que realiza actividades culturales y de ocio, con la diferencia de que lo componen personas con alguna discapacidad. Su vicepresidenta Mª Ángeles Jáen cree que los jóvenes están muy interesados en la cultura, “de hecho hay mucha demanda para entrar en este tipo de asociaciones, nosotros tenemos lista de espera”. El problema lo encuentran en la escasez de recursos ya que “nos tenemos que buscar la vida y planificar actividades de ocio y ponerlas en marcha no es nada fácil, nosotros además tenemos que superar más dificultades, por lo que necesitamos más recursos”. La asociación cuenta con un grupo de teatro desde hace cinco años, pero siempre han tenido problemas a la hora de buscar lugares donde representar las obras. Así que para Mª Ángeles es “una idea genial lo del centro cultural del Matadero, para que todo el mundo pueda hacer allí sus representaciones o exposiciones, en un lugar grande y habilitado para ello”.

Ángeles Candela, concejal de EU, acoge positivamente el proyecto del matadero a pesar del retraso de las obras

Esquerra Unida se abstuvo en la votación de los presupuestos municipales presentados por el Partido Socialista. La concejal Ángeles Candela justifica la decisión de su grupo al considerar que el proyecto presentado no era propio de un “gobierno de izquierdas” ya que “se ha invertido mucho en el centro de la ciudad, olvidando a los barrios y pedanías”. También en el terreno sociocultural la candidata de EU cree que los presupuestos del actual gobierno local no se adecuan a unos de un gobierno de izquierdas. En declaraciones para este blog, Candela ha afirmado que “la cultura también debe descentralizarse, todos los proyectos se sitúan en el centro de Elche, por ejemplo, aunque el Gran Teatro esté céntrico, también se podrían hacer actuaciones en la calle en los barrios”.

Ángeles Candela considera que la remodelación del Matadero en un centro creativo es uno de los proyectos culturales más interesantes recogidos en los presupuestos para el 2007. Según la concejal de Esquerra Unida esta iniciativa es “muy positiva para dinamizar la producción cultural de la ciudad”, sobre todo por “la falta de este tipo de locales en Elche, ya que últimamente sólo se hacen centros sociales con despachos y poco más”. Aunque Candela piensa que la puesta en marcha del proyecto se ha retrasado mucho, se muestra optimista con que este año se pueda inaugurar porque “es importante disponer de espacios donde los jóvenes puedan hacer sus creaciones y los ciudadanos a su vez, tengan la posibilidad de asistir como público”.

El Partido Popular desconfía de que el centro de creación cultural esté listo para el 2007

El Partido Popular de Elche desconfía de los buenos propósitos que recogen los presupuestos para el 2007. En lo que respecta al capítulo de Cultura y Juventud, Juan de Dios Navarro, concejal del PP y miembro de de la Junta Rectora del Instituto Municipal de Cultura, ha declarado para este blog que la propuesta presentada por el gobierno local y aprobada con su mayoría absoluta es “deficitaria” porque “la mayor parte de las inversiones se realizan en el centro de Elche” y además “no son más que una forma de obtener rédito político ya que después no se llevan a cabo ni la mitad de las iniciativas recogidas”.

Navarro apunta a que en los presupuestos para el 2006 se incluía una partida de 800.000 euros para crear un albergue juvenil “y ya estamos en 2007 y no se ha hecho nada de nada”. Lo mismo cree el concejal del PP que ocurrirá con la rehabilitación del Matadero para construir el centro de creación cultural, “llevan tres años hablando de ello y es vergonzoso que todavía no se haya ejecutado, no nos extrañaría que este año tampoco se hiciesen las obras”. Aunque Juan de Dios Navarro cree que la creación de un espacio como el centro de creación cultural del Matadero este es una buena iniciativa, también opina que las iniciativas culturales y dirigidas a los jóvenes son “muy pobres y dejan mucho que desear”.

La reconversión del matadero en un centro cultural es el proyecto social más ambicioso de los presupuestos para el 2007

Los presupuestos municipales para el 2007 en la ciudad de Elche se aprobaron en la sesión plenaria del pasado 15 de diciembre con el voto a favor del PSOE, el voto en contra del PP y la abstención de Esquerra Unida.

265 millones de euros han destinado para el año próximo, un 3’5% más que en el 2006. Los presupuestos se dividen en cuatro líneas de actuación:

1) Cohesión social (educación, cultura, seguridad ciudadana, bienestar y deportes)
2) Mejora de infraestructuras y servicios
3) Impulso de la actividad económica y el empleo
4) Desarrollo sostenible

Según el concejal de Hacienda y portavoz del grupo socialista, Alejandro Soler, asegura que “son los presupuestos más importantes que ha tenido Elche” y también “los más sociales”. Tanto es así que para el capítulo de cohesión social se destinan un total de 52 millones. El proyecto cultural al que más dinero se ha dedicado es la reconversión del antiguo Matadero en un centro de creación cultural. Y aunque se empezó a hablar de él hace cuatro años, es en el presupuesto del 2007 donde se ha adjudicado una inversión para su obra, una inversión que asciende a un millón de euros.

La creación de este complejo cultural completará al centro de formación que se inauguró el pasado mes de julio también en el antiguo Matadero. El nuevo estará formado por una sala de teatro con capacidad para dar cabida a unas 200 personas, una sala de exposiciones, otra habilitada para los ensayos de los grupos musicales y otros espacios para realizar talleres de actividades como el teatro, la danza o el cine. Las salas se habilitarán en función de las necesidades de creación que tengan los jóvenes ilicitanos, eso sí, porque sólo las personas menores de 30 años podrán hacer uso de estas instalaciones.

El concejal de Deportes y Juventud, Alejandro Pérez, dice que el centro de creación cultural es una "iniciativa pionera en Elche" ya que por el momento no existe ningún otro espacio de estas características en la Comunidad Valenciana. El objetivo de estas instalaciones es, según el edil de Juventud, “disponer de un lugar de creación y de formación cultural similar a una universidad popular”. Para ello se ofrecerán talleres diversos como de fotografía, teatro, informática o idiomas, “cursos centrados en las áreas que más interesan a los jóvenes”. Con este proyecto se “pretende dar respuesta a las inquietudes que tienen los jóvenes”.

Blanca lucidez


1) Manifestación de lucidez

La democracia es el poder de los ciudadanos. Con sus votos pueden cambiar gobiernos e, incluso, en situaciones extremas como esta, derrumbarlos y poner en entredicho a la propia democracia. Qué gran paradoja, lo que mantiene viva a la democracia es lo mismo que la puede destruir. El voto en blanco es el símbolo del descontento. De la decepción con un poder político egoísta, adormilado e ineficaz, independientemente de su color. El problema surge cuando el 83% de la población decide castigar a sus políticos con su papeleta en blanco. ¿Es el fin de la democracia? En absoluto, es la respuesta de la democracia a la ineptitud de sus políticos. Es la única herramienta que disponen para decir que no, que no están conformes con sus queridos mandatarios, que aquellos que se definen como sus representantes no representan nada más allá que sus propios ombligos. Sin embargo, los políticos no logran entenderlo así, y demuestran, una vez más, lo ineptos que pueden llegar a ser.


2) Represión como solución de los problemas de la democracia

Los resultados de las elecciones pillan por sorpresa al poder político que, ingenuamente, cree que repitiendo los comicios cambiarán las decisiones de sus ciudadanos. Y así es, de un 6473% de votos en blanco pasa a un 83%. Su primera solución es la de limitar las libertades con un estado de excepción, pero visto que la gente no amedrenta, se endurece la medida con un estado de sitio. Utilizan la infiltración, las amenazas y la mentira. Sin embargo, los ciudadanos siguen con sus vidas y nada cambia. Los políticos se devanen los sesos. Sólo hay una premisa clara: la única arma para vencer al voto en blanco es la represión. Dos son los ministros que discrepan (no es casualidad que sean el de justicia y el de cultura) y dos son los ministros que dejan sus cargos. Al no conseguir los resultados esperados, se les ocurre la idea de “abandonar” la ciudad y establecer la capital del país en otra población, dejando así a los “traidores de la democracia” sin políticos, ni fuerzas policiales. Nace así la “ciudad sin ley”. Pero vuelven a fallar, la vida sigue su curso y los crímenes no aumentan. Y como la intención es hacer que la población suplique la vuelta de los servicios de seguridad, la mejor solución es crear terror. Y así, como unos míseros terroristas, hacen explotar una bomba en el metro que mata a 34 personas. La respuesta de los ciudadanos se hace oír, aunque es silenciosa. Miles de personas se manifiestan por las calles en silencio con banderas blancas, sin altercados ni agresiones. Los nervios políticos llegan a máximos históricos y ya sólo queda una opción: buscar un chivo expiatorio.


3) Chivo expiatorio para obviar la toma de responsabilidades


Que todas las medidas del poder político se agoten sin resultados, pone de manifiesto su incompetencia para solucionar la situación. Pero lo último sería declararse responsables, así que la única opción es buscar un culpable. Y les llega como caído del cielo. Una mujer casada con un médico. El blanco perfecto para achacarle toda la culpa del “gran desastre democrático”. De esta forma, intentan convencer a la población de que esta mujer es la causante de que en las elecciones el 83% depositara en la urna su papeleta en blanco. El libro acaba con la muerte de este chivo expiatorio. Pero no es el fin. Tratan de acabar con el problema de raíz, pero cuando la raíz del problema no es una mujer, sino la desvergüenza de un gobierno, el problema persistirá y la única solución vendrá de la mano de la democracia una vez que el poder político haya agotado todas las posibilidades de ponerse en evidencia.
La solución de hecho no era otra que la que propone el alcalde de la ciudad: “si yo fuese gobierno disolvía este ayuntamiento y nombraba una comisión administrativa decente, de absoluta confianza política” (Pág.141). Disolver el ayuntamiento y el gobierno para recuperar la confianza de los ciudadanos. No era tan difícil, pero las ansias de poder ciegan la vista de cualquiera, o quizás, no de todos.


4) Siempre hay casos excepcionales de decencia moral


Ante tanta indecencia del poder político, siempre hay quien se desmarca. Es el caso del alcalde de la ciudad que, conocer de la responsabilidad del gobierno en el atentado en el metro, dimite de su cargo. También dimiten el ministro de cultura y el de justicia. Pero aún así, ninguno hace nada para encauzar la situación de represión impuesta a la ciudad. Sólo una persona tiene la decencia necesaria para revelarse contra la injusticia y actuar justamente. El comisario de la policía es el personaje que demuestra que pese a todos los defectos que pueda tener el ser humano, afortunadamente alguna virtud también tiene. El comisario de la policía encarna el sentido del deber y de la justicia por encima de las órdenes políticas y del propio beneficio personal. El comisario de la policía demuestra que en este mundo todavía hay esperanza.


5) Medios de comunicación “marionetas” del poder político
Los medios de comunicación salen muy mal parados en esta historia. Aparecen como “marionetas” de los políticos, como “borregos” que siguen las premisas de un poder superior. En una situación donde los medios deberían ayudar a combatir contra la política represiva del gobierno, donde deberían jugar el papel protagonista de contrapoder, en una situación como esta, los medios se achican y prefieren curarse en salud antes que enfrentarse a las autoridades. Optan por subirse al carro del caballo ganador, es decir, por apostar por posturas cómodas, mayoritarias y que no causen problemas. Pero los lectores no son tontos y saben de qué pie cojean los medios, por ello las ventas de periódicos bajan estrepitosamente cuando comienza el estado de excepción. Sin embargo, no se trata de una población desinteresada de la información ya que cuando se reparten las fotocopias del artículo con la confesión del comisario, estas hojas volantes desaparecen por completo de las calles de la ciudad.


6) Medios alternativos a los “oficiosos”

Pero así como el comisario se erige como símbolo de la esperanza entre una banda de desaprensivos políticos, también hay medios que se desmarcan de la pasividad del resto. Un par de periódicos no publican las doctrinas del poder y uno de ellos, incluso, consigue engañar a la censura para publicar la auténtica verdad sobre el caso de la mujer del médico, aunque ello le cueste una buena multa. A este tipo de prensa, aunque desgraciadamente no es la mayoritaria, le importa que los ciudadanos conozcan la verdad, más allá de las versiones oficiales. Se revelan ante el poder político y eso les cuesta su precio. Pero incluso cuando el periódico es secuestrado, la libertad de expresión es más fuerte y de repente aparecen miles de folletos con el artículo censurado que la gente devora ávida de interés informativo.


7) El engaño del discurso político

Otra cuestión que se observa en el libro de Saramago es la dependencia de los políticos con sus “escribas”. Llamamos escribas a aquellos que se encargan de componer los discursos de los cargos públicos. Sin sus “redactores de arengas” se convierten en medio-políticos, en una sombra de lo que podrían ser, sombra que se materializa con las palabras de estos escritores. Sin ellos, los políticos estarían perdidos y seguramente, no hubiesen conseguido llegar adonde están. En la obra se aprecia cómo crean textos que se convierten en auténticos insultos a la inteligencia del público. Cómo la retórica llega a límites insospechados que rozan la manipulación. Figuras las de estos escribas, que no faltan en ningún gabinete de comunicación política. Por algo será.


8) Carencia de autocrítica del poder político

Entre las funciones de los redactores de discursos políticos está la de disfrazar la incompetencia de aquellos para quien trabajan. Y entre esta incompetencia se encuentra la ausencia absoluta de cualquier tipo de autocrítica del poder político. Se muestran incapaces de asumir ninguna responsabilidad en una situación de tal envergadura. Declararse culpables de ese “gran atentado contra la democracia” significaría mostrar un mínimo gesto de debilidad, intolerable para cualquier gobierno consolidado. El problema es que este gobierno no consigue ver que dista mucho de la consolidación de la que presume y que políticas como la que lleva a cabo, le acercan más a su propia autodestrucción.


9) Desavenencias entre el propio poder: falta de cohesión

Y esta autodestrucción, cómo no, empieza desde dentro. No son los ciudadanos con sus votos en blanco los que intentan acabar con su gobierno, son sus propios integrantes los que lo consiguen con su afán de poder. Las desavenencias entre los miembros de gobierno se van haciendo más patentes a medida que la situación empeora. Primero dos ministros y un alcalde dejan sus puestos y se separan de la política represiva que se intenta imponer. Pero las diferencias más notables se aprecian entre los cargos que más se acercan al vértice de la pirámide. Entre el presidente, el primer ministro y el ministro de interior. Como no se trata de un régimen presidencialista, el presidente no puede ir más allá de su función de testigo. Sin embargo, este presidente quiere tomar parte en la toma de decisiones, quiere convertirse en protagonista activo, en un actor principal más de la función representada. El primer ministro, por su parte, lleva a cabo una doble función: ser el principal actor de la función y cuidarse de que el presidente y el ministro de interior no le quiten protagonismo a su personaje. Para ello, se hace con otras carteras, según el con el fin de lograr “una coordinación total” (aunque más bien podría ser un “poder total”). Por su parte el ministro de interior también intenta hacerse notar, por ello trata de desmarcarse de los dos cargos que están por encima de él, y lleva acciones por propia iniciativa como la de investigar la carta del hombre que denunciaba a la mujer que no perdió la vista cuatro años atrás. Se muestra especialmente intolerante, injusto y cruel con su relación con el comisario de policía, lo que le acabará costando el cargo, para suerte del primer ministro que sumirá la cartera de interior.


10) El sentido común de la gente puede contra la represión

¿Y qué piensa la gente de todo m.ldkdsj? Los ciudadanos, esos traidores de la democracia, en todo momento conservan la calma y demuestran que la lucidez se puede mantener cuando el objetivo de la lucha es firme. Su lucha es tranquila, silenciosa y sensata. Su lucha por acabar con un poder político corrupto comienza con unos votos en blanco y por lo que sabe el lector, acaba con masivas manifestaciones pacíficas. Ante cada intento del gobierno para sacar de sus casillas a los ciudadanos, para hacerles perder los nervios y para así lograr una excusa para comenzar una lucha armada, la gente reacciona con buenos gestos y con una sensatez que ya les gustaría a los que ostentan el poder. Y por ello, no podrán ser vencidos con sucias artimañas. Porque “la firmeza moral de la población no parecía inclinada a rebajarse ni a renunciar a aquello que había considerado justo y por eso lo expresó con su voto, el simple derecho a no seguir ninguna opinión consensualmente establecida” (Pág.87). Y así lo demuestra a medida que el gobierno intenta poner parches al problema. Y por eso, por esa firmeza moral y por esa lucidez mental, por eso sabemos que el voto en blanco acabará cumpliendo su objetivo: reestablecer un gobierno verdaderamente democrático que represente a todos y cada uno de sus ciudadanos.

Lúcido Saramago

Debe su nombre a un error del funcionario del registro civil. Un nombre que ha elevado a Portugal hasta los niveles más altos de la Literatura. José Saramago no necesitaba el Nobel (ni otros muchos premios) para demostrar su riqueza literaria. Aunque estudió en una escuela industrial y dedicó sus primeros años de juventud a trabajar en una herrería, la pasión por las letras pudo con él. A los 25 años publicó Terra de pecado, que prácticamente pasó desapercibida tanto por la crítica como por los lectores. Su segunda obra ni siquiera llegó a editarse. Decepcionado, tal vez, Saramago tardó 20 años en volver a publicar. Pero volvió por la puerta grande. En 1969 decide dedicar su vida a las palabras y así lo hace, plasmándolas en libros o en periódicos y revistas. Siempre involucrado políticamente, se hizo miembro del Partido Comunista Portugués cuando era ilegal y participó activamente en la Revolución de los Claveles.

En Ensayo sobre la lucidez demuestra su interés por los asuntos políticos, especialmente, por su degradación. Utiliza un escenario ficticio para criticar a una democracia corrupta y manipulada por las altas esferas del poder. Interesante parábola que llega a estremecer por sus similitudes con la vida real. En una capital de un país cualquiera (pongamos que habla de Portugal), el 83% de los votantes deposita sus papeletas en blanco lo que desencadena la furia del poder político que arremete contra sus ciudadanos utilizando todo tipo de represión. Comienzan con declarar el estado de excepción, después les llega el estado de sitio y finalmente políticos y fuerzas de la seguridad abandonan la ciudad en una “retirada múltiple”. Como todo esto no es suficiente para empañar la lucidez de los votantes, se salpican estos actos de amenazas, infiltraciones, atentados sangrientos, asesinatos injustificados y manipulaciones de todo tipo. Una obra que defiende el poder de la democracia ante situaciones de represión. Todo ello con un original estilo sin los diálogos tradicionales, sustituye los guiones por las comas. Así se entremezclan los pensamientos y sentimientos de los propios personajes y del propio Saramago.